Karl Santhrese
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Aqui traigo el Anexo que el mismo Gottman redactó y no fue incluido en el post que figura arriba
Anexo
Debido a la interpretación totalmente diversa que se dio al anterior texto y a la total confusión reinante en la generalidad de la camaradería, y habiendo notado cierta necesidad de reforzar determinados puntos de vista antes abarcados, es que adjunto el presente anexo.
Numerosas veces me he preguntado el porqué, algunos camaradas se sienten atraídos por ideas muchas veces diferentes en esencia a las predicadas en el NS. Entre ellos encontramos nacionalsocialistas cristianos, nacionalsocialistas gnósticos, cataristas y demás cúmulo de creencias variopintas. Todos ellos sin embargo, transcurren fanáticamente sus vidas sin advertir la incompatibilidad total de aquellas pretendidas formas religiosas, con nuestra profunda visión ario-esotérica naturalista y mística del universo.
Sin duda alguna, la sabiduría ariosófica datahista no es para cualquiera, se requiere un tipo de hombre superior para su comprensión, no todos los hombres arios están preparados para “Ver por si mismos”, no todos los hombres están preparados para recorrer el sendero de los ariya, la DATAH solo se dirige a los arios superiores, solo es accesible e inteligible a los ariya. Como es uno de los objetivos de nuestra ariosofía, “separar la paja del trigo” es que surge este anexo, que en virtud a este principio serán remarcados ciertos puntos de interés, contradicciones, y divergencias con nuestra posición. Solo desgranando punto a punto determinadas ideas, el Iniciado podrá acceder a la esencia de las ideas.
Este anexo, por otra parte no tiene como fin el dar por cerrado el asunto, pues existen, en niveles superiores de Iniciación, determinadas observaciones que por el momento conviene dejar latentes en virtud del desarrollo gradual del Iniciado en su camino hacia su entelequia.
Uno de los factores de atracción que ha anulado el intelecto de determinados camaradas y hermanos frente a las ideas gnósticas en general y cátaras en particular, es una fuerza suprasensible llamada antijudaísmo. El nacionalsocialista, una vez que ha abierto los ojos contra el judaísmo, adquiere cierta afinidad y tendencia proclive a abrazar todas aquellas críticas que se oponen al judaísmo. Sin embargo allí reside un potencial problema que no existiría si todos los camaradas tomaran como eje inamovible el antijudaísmo doctrinal del NS, aceptando que no existió ni existirá un mejor acercamiento a la cuestión.
¿Entonces donde se encuentra el potencial peligro? Nuevos o viejos escritores pueden utilizar esta tendencia como cebo caza-bobos. El problema es para aquellos menos despiertos, que pueden caer en la trampa dialéctica de determinados sofistas del sistema.
El antijudaísmo presente en el nacionalsocialismo abarcado desde el punto de vista político racial, toma una dimensión metafísica dentro del credo cátaro presentado por Rahn. De allí su importancia y atracción para todas aquellas almas inquietas deseosas de explorar los últimos y más profundos rincones de la Realidad y lo trascendente.
Sin embargo debe prevenirse al hermano ariosófico datahista que lo de Rahn fue solo un intento, algo imperfecto, de dar sentido trascendente a una realidad inteligible. Las pruebas las encontramos en las contradicciones presentes en su propia obra, y desde un punto de vista externo entre estas y la Verdad de la Tradición ariosófica.
La mente humana posee una tendencia dual. La crítica al cristianismo como fruto desprendido del árbol de Israel ganaba terreno en el movimiento volkish y posteriormente en el NS (especialmente en la SS).
En un intento por retornar a un saber religioso que explicase la realidad desde un punto de vista trascendente, el cristianismo y el judaísmo fueron vistos, no sin razón, como fuerzas culturales y religiosas extrañas a la naturaleza aria y de origen totalmente alógeno.
Ya Nietzsche venía predicando la muerte de Dios, de aquel dios que vino de Israel junto al culto cristiano y judaico.
Los hijos desposeídos y sin dios, aún demasiado débiles y acostumbrados a las teorías del más allá, pretendieron dar un salto abrazando otros cultos, en tiempos donde la influencia del cristianismo iba en caída directa.
En pleno despertar racial ario se comenzaba a despreciar el cristianismo y el judaísmo como credos invasores de Europa. Aquellos hombres que habiendo descubierto un principio superior en la Raza, a tal punto de abandonar su propio credo, quedaron desposeídos de una explicación trascendente de su nueva situación espiritual.
Rompiendo naturalmente el dualismo “pueblo elegido”-“pueblo deicida” (mito judío y mito cristiano respectivamente), el papel de la judería debía poseer una nueva explicación en términos metafísicos. El autodescubrimiento de la propia identidad racial, entre nosotros los arios, reclamaba del mismo modo un papel preponderante en un nuevo credo.
Al encuentro de estas inquietudes interiores a nivel individual y colectivo entre los arios tibiamente despiertos, es que surge inoportunamente el experimento de Rahn. Fue inoportuno, pues intentó resolver el problema sobre la marcha de sus propias ideas en creciente desarrollo, aún cuando el fruto no estaba maduro. Así encontramos flagrantes contradicciones en su propia obra. Es un mal comienzo, fallar en lo esencial. Sin embargo como cualquier concepción metafísica, por más positiva o delirante, contradictoria que sea, encontró sus seguidores y fanáticos defensores. Y lo más lamentable, aún se los encuentra. Dichos defensores son la prueba de la debilidad, ceguera, volubilidad y susceptibilidad de la mente humana.
Los libros de Rahn poseen determinados “ganchos” invisibles, uno de los principales atractivos para el ario tibiamente despierto, es su antijudaísmo metafísico unido a una reivindicación cuasi-tradicional del papel del culto solar ario (en gran parte mal comprendido). El dualismo, por el cual los hombres más débiles son alienados de un modo más fácil, fue remarcado de manera errónea, lo profano y lo sagrado fue mezclado (todos estos aspectos serán estudiados en niveles superiores de la DATAH).
La obra de Rahn, es la muestra de lo pernicioso que puede ser un No Iniciado Real jugando con nuestras ciencias secretas. De allí la importancia de guardar silencio sobre nuestra doctrina secreta frente a profanos. Solo quien sea digno como un Iniciado Real datahista podrá utilizar su poder para modificar positivamente la faz de la tierra.
La visión particular que Rahn atribuye y presenta como “Cátara”, esta revestida de una intencionalidad subjetiva de su propia experiencia, sugestiones y creencias. Pero que sin embargo no condicen con la realidad última.
Rahn tuvo otro atractor ( ), su estilo narrativo, sus brillantes descripciones de los parajes que visitó, que permiten casi “presenciar” dichos lugares. Y el romanticismo que provocó rememorar la lucha heroica, de una secta cristiano-herética protectora de un presunto culto solar cristiano y el Santo Grial, contra la poderosa Iglesia de Roma, observada como el invasor maligno.
De seguro tal posición provocaría la empatía emotiva de los viriles arios antijudíos tibiamente despiertos. ¿Cómo resistirse a tal visión?
Lo lamentable es el veneno, consciente o inconscientemente introducido en el interior de tal forraje.
A todo datahista debe importarle por sobre todo, que la esencia de las ideas, (y no sus formas mitológicas), se encuentren en correspondencia con principios y verdades superiores defendidas desde la ariosofía.
Somos conscientes también que la virtud de poder distinguir lo accesorio de lo esencial es un atributo de un ario con un nivel avanzado en la Iniciación Real y que por ello debe estimarse su autoridad orientadora en tal sentido.
Debe quedar en claro, que el gran problema de Rahn son sus terribles contradicciones. Repito, no solo entre sus propias exposiciones sino entre ellas y nuestras propias concepciones NS esotéricas.
Por ejemplo, en la “Cruzada contra el Grial” Otto Rahn atribuye al pensamiento Cátaro la identificación del maligno con Lucifer “Montsegur estaba en peligro; las huestes de de Lucifer estaban ante sus puertas”; “El hombre espiritual, el alma, es obra del Verbo divino. El hombre material, el cuerpo, es creación de Lucifer”. Cuatro años después en la “Corte de Lucifer” predica algo mas bien contrario a lo que afirmase entonces. Lucifer ya no es el maligno sino que es la máxima divinidad aria!?. “Satán no es Lucifer, pues Lucifer significa portador de Luz. Los Cátaros tenían otro nombre para él: Luzbel. No era el Maligno. Con el negativo los judíos y los papistas lo degradaban.” Hubiera sido coherente afirmar que él mismo lo “degradó” en nombre de los cátaros en su libro “Cruzada contra el Grial”.
En la “Cruzada” narra incluso el mito del ángel caído y rebelde de Lucifer como forjador perverso del mundo material y opuesto al Dios bueno; Lucifer creador de los cuerpos “aprisiona” los espíritus superiores, tales ideas se las atribuye a los cátaros.
Luego en su libro la “Corte de Lucifer” repentinamente el mismo Lucifer es un Dios bueno, y Rahn hace apología de Lucifer como la máxima deidad aria solar, opuesto a Yahvé forjador perverso del mundo material que crea los cuerpos y aprisiona los espíritus.
Tales contradicciones son solo un ejemplo dentro de su propia obra.
Si bien para nosotros las deidades y mitologías carecen de gran valor por su relatividad, y podemos advertir un cambio mitológico externo entre su primer y segundo libro citado, si por el contrario debemos ser duros e inflexibles con la esencia nociva del la Idea metafísica que subyace el mito. Ambas visiones aunque difieren superficialmente, tienen algo en común, tienden a menospreciar el mundo, la naturaleza, el cuerpo, creando una lucha entre espíritu y cuerpo.
Otro ejemplo viene a dar en contradicción directa con nuestra cosmovisión “Los espíritus son de Dios, los cuerpos son del Maligno”. Tal dislate profano, oriental, anti-ario, resulta deleznable a todo noble luchador por un esoterismo genuino de nuestra estirpe. Tal concepción deriva de una profunda alergia y desprecio contra el mundo natural. La memoria de la sangre aria, si es pura, rechaza tales tendencias destructivas. No es descabellado atribuir a la judería el origen de tal pensamiento subversivo que desprecia el cuerpo y por ende la raza biológica. ¿Quiénes más que nuestros enemigos estarían interesados en que despreciemos nuestros cuerpos, nuestro mundo, y la naturaleza?.
Para los Cátaros la vida en la tierra era concebida como un infierno, una tortuosa estadía pasajera para la “verdadera vida” que comenzaría cuando llegase la muerte. Tanto el cuerpo como el mundo eran obstáculos para la “liberación espiritual”, por ello aceptaban el suicidio como la mejor forma de expresar el “desapego”. Para los Cátaros la muerte en la hoguera era una posibilidad siempre presente, pues consideraban al mundo como un infierno en vida. “Llevamos una vida dura y errante. Andamos huyendo de ciudad en ciudad, somos como ovejas entre lobos, somos perseguidos como los apóstoles y mártires; pero a pesar de todo esto, lo único que deseamos es llevar una vida piadosa, severa y abstinente, orar y trabajar. Pero esto ya no nos preocupa, pues ya no somos de este mundo.” Tenían prohibido matar e ir a combatir a la guerra, por eso ellos colaboraban como médicos.
Para nosotros los datahistas el mundo no es un infierno per se; solo el hombre convierte la tierra en un infierno con sus ideas falsas y un orden social falso. Es la Ignorancia y la oposición a las leyes naturales las que traen y provocan “infiernos en la tierra”. Por el contrario, el Conocimiento, la Sabiduría aria y la armonía del hombre con las leyes naturales y su propia Raza conducen a que este mundo se convierta en un “paraíso celestial”. El Tercer Reich no fue sino la obra del Avatara que con su esfuerzo trascendental, trajo el “Reino de los Cielos” a la misma Tierra, enseñando a los verdaderos Hijos del Sol el camino de la Iluminación.
Para nosotros el mundo es sagrado, y el cuerpo del Ario es el Templo mismo de Dios.
Nosotros no podemos sino observar con horror tales doctrinas cátaras y gnósticas, tan diferentes y alejadas a nuestra visión, por no decir totalmente opuestas.
Nuestro centro de gravedad no está en el “más allá” sino en el “más acá” y fue Nietzsche como pocos, el que supo brindar una visión excelsa de una vitalidad espiritual centrada en la vida misma, plena de esencias y sentidos. El NS completó y perfeccionó dicha renovación con el culto sagrado a la naturaleza y la Raza. Poco debe interesarnos lo que los despreciadores del mundo tengan para decirnos. Su enfermedad es el hastío y si la vida les pesa, considerándola como penuria “a ser superada”, ayudémosle a abandonar rápido nuestro mundo!.
Allí vemos desfilar acartonados y llenos de moho, por los círculos “ocultistas”, “tradicionalistas”, “cataros”, “gnósticos” todo tipo de personajes que tienen en común esta visión anti-aria, demostrando una vez más, que el veneno que emana de Sión se ha encargado de ensuciar hábilmente hasta las raíces mismas del Árbol Yggdrasil en Occidente. Ha llegado la hora de la depuración.
Aclaremos ahora lo siguiente:
-Que algo sea «totalmente opuesto» al cristianismo, no significa que sea «netamente ario».
-En el Catarismo coexisten, un punto positivo y varios puntos negativos.
1) Lo positivo, fue el culto solar, de herencia aria. Estas reminiscencias no son más que breves extractos que parecen “injertados” en un todo extraño.
2) Lo negativo,
2.1) En esencia: el dualismo de herencia gnóstica (de vertiente semítica)
2.2) En forma: cierto resabio exterior de simbolismos mitológicos judeocristianos.
2.3) El nuevo testamento con sus 4 evangelios, era aún sostenido como base, principalmente el de San Juan.
No podemos considerar un esfuerzo valido y honesto, el intentar crear un “anticristianismo” partiendo de una interpretación heterodoxa de las escrituras. Se es anticristiano, desechando por completo la Biblia entera, incluido el Nuevo Testamento y todo lo referente a cualquier culto emanado de tierras israelíes.
Estos puntos negativos, son inadmisibles para todo despertar verdaderamente ario.
Que se haya pretendido despojar al Cristianismo de su interpretación usual, mediante una visión Cataro-gnóstica, no significa que dicha visión “opuesta”, sea aria, ni mucho menos que se encuentre desprovista de elementos alienantes.
3) La genuina visión Solar aria concibe la Materia y el Espíritu como partes del Ser Eterno. Ya los arios presocráticos predicaban la Unidad del Ser, Parménides, y Phytágoras son ejemplos de esta tendencia en la antigua Grecia. En el Bhagavad Gita, entre numerosos fragmentos de similar significado figura: «..Yo soy la inmortalidad, y también soy la personificación de la muerte. Tanto el Espíritu como la Materia están en Mí». («El conocimiento más confidencial» Texto 19).
Aquí nuestros antiguos sabios de estirpe aria y Tradición Hiperbórea, pusieron en la palabra de Krsna, la concepción del Ser como un Todo unitario que concilia estos opuestos. El mismo significado en sintonía armónica lo encontramos en el simbolismo del árbol del Mundo Yggdrasil, donde la esfera Terrestre Midgard (material, sensible) y Celeste Asgard (espiritual, suprasensible) se encuentran unidas mediante el Árbol del Mundo (simbolismo del Eje terrestre y cósmico). No se rechaza ni se menosprecia ningún aspecto del Ser Inmanente.
La visión esotérica de estos símbolos es estudiada en profundidad DATAH (Doctrina Alba Thule de los Arios Hiperbóreos) principalmente en los niveles Iniciáticos avanzados.
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Pediré que aquel que defienda el catarismo, intente responder racionalmente, sin fanatismo, algunos interrogantes.
Hablar de catarísmo es también reconocer ciertas fuentes gnósticas presentes en la misma herejía cristiana.
La Gnosis, a principio de la Era Cristiana, se había extendido a través de Judea, Siria y Egipto; conformando un heterodoxo conjunto de grupos, sectas o escuelas, que pudieron o no haber tenido ascendencia cristiana en sus enseñanzas; es más el gnosticismo se encuentra conformado por elementos budistas, indostanos, chinos, persas y caldeos, así como griegos, judíos y egipcios. Todos estos componentes tomaron cuerpo de doctrina en Palestina y Siria, durante el período que va entre un siglo antes de Cristo y tres siglos posteriores al inicio de la era cristiana. Y sus precursores han salido del mundo judío: Simón, Meandro, Dositeo de Cerinthé son buenos ejemplos.
Más allá de quién o quiénes le hayan dado su forma, lo vital es oponerse a las Ideas disolventes en sí mismas. Para cierta gnosis, todo lo que tenga que ver con el mundo físico (ya sea la Tierra, la naturaleza o el cuerpo,…) no es sino obra del Demiurgo (entendido como ente del Mal) y, como creación suya.
Predica que el mundo material (natural) debe ser menospreciado y hasta combatido como algo maligno (debo confesar que en el libro de Rahn “La Corte de Lucifer” existen contradicciones al respecto). En la herejía Cátara descripta por Otto Rahn, el Dios de Luz es Lucifer y el Demiurgo se identifica con el dios creador Yahvé.
La creación estaría impregnada de una esencia perversa, pues provendría del dios judío Yahvé.
Para la gnosis, la Divinidad está literalmente aprisionada en el universo material. El mismo se considera como perverso.
El Demiurgo crea el mundo -la materia-, «encadenando» la esencia espiritual de los hombres a “la prisión de la carne”
a) Pregunta ¿es esta visión aria?
La pregunta concreta es ¿es posible considerar como aria, una doctrina que desprecia el mundo natural, el cuerpo, y por ende la raza biológica?
-Es la Esencia del catarismo gnóstico la que pongo aquí en tela de juicio. Es obvio que tal visión no tiene en absoluto que ver con nuestras concepciones.
b) Para los cátaros gnósticos, era tal la aversión al cuerpo, en tanto es materia, que crearon la doctrina del Cuerpo aparente de Cristo,
Pregunta ¿es esta visión aria?
La pregunta concreta es ¿consideras que la doctrina cátara-gnóstica del Cuerpo aparente de Cristo es aria?.
Para los Cátaros, María Magdalena fue la mujer de Cristo, éste era un espíritu puro albergado en un cuerpo mortal, por eso Cristo pudo casarse.
El simbolismo aunque sea “superficial” sigue estando circunscripto dentro del culto depravado del cristianismo, pues se sigue hablando de “Cristo” “Kristos” o como se le quiera denominar. Aunque la esencia del mito cambie, así como la “denominación” exterior, sigue emanando del mundo cristiano con paisajes israelíes y personajes bíbilicos. A lo que me refiero, es si se es anti-cristiano se debe serlo por completo. Tal es el camino que tomó un gran Iniciado en nuestros misterios, F. Nietzsche.
c) Pregunta concreta ¿hablar de María Magdalena y la importancia si ésta fue o no mujer de Cristo, y si tuvo o no, hijos con él, tiene algo que ver con un culto ario?.
-Es el carácter externo y formal del catarismo lo que pongo aquí entre la espada y la pared.
Otras enseñanzas cátaras llegaban al extremo enfermizo de condenar la multiplicación de la materia, siendo así la procreación un acto reprochable. Los «perfecti» llegaban al extremo de considerar como malo el acto de tener hijos, pues con ello contribuían a la «multiplicación maligna de la materia», obra del Demiurgo Yahvé. Actualmente existen en Argentina y otras partes del mundo, sectas que siguen las “enseñanzas” gnósticas de los cátaros, donde los “perfecti” cumplen estas mismas enseñanzas auto-esterilizadoras contranatura.
Es fácil descubrir que tal medida en contra de la procreación emana de una cosmovisión dual que ve como perversa o negativa la materia (una prisión).
d) Pregunta concreta ¿son estas doctrinas antinaturales de origen ario?
Para terminar, admito la existencia de algunos puntos de valor en dicha religión descripta por Rahn, que constituyen extractos de una verdadera herencia aria. Como ser:
1) el culto solar y ciertas referencias que expresan amor al cosmos (incluso, y aunque sea contradictorio con el resto de la religión, amor a la naturaleza).
2) El otro punto positivo es la consideración de ubicar el Saber por sobre la creencia.
El tema será retomado en posteriores niveles iniciáticos. Que el presente valga como un adelanto. Recomiendo al hermano que no leyó dichos textos de Rahn, abstenerse de la lectura de los mismos hasta haber superado algunos niveles más de la Iniciación Real.